El sector financiero atraviesa por una complicada situación por la crisis del COVID-19, sin embargo, los banqueros aseguran que tienen las herramientas necesarias para enfrentar esta pandemia.
La banca se enfrenta a riesgos todos los días. Esta experiencia permitirá que los banqueros y dueños de financieras en México salgan adelante de la actual incertidumbre provocada por la pandemia del coronavirus COVID-19.
Algunas de las fortalezas que tiene el sector en México es el Índice de Capitalización (ICAP), el cual se encuentra en el nivel más alto en la historia, al ubicarse en 16 por ciento, cuando el mínimo regulatorio es de 10.5 por ciento, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Además, el índice de morosidad es bajo: al cierre de diciembre pasado se ubicó en 2.2 por ciento y la cobertura se encuentra en sus mejores niveles, con 1.5 por ciento.
También el crédito ha mantenido un avance positivo de 2.1 por ciento en términos reales anuales, a pesar de que la economía se mantiene estancada.
Otra de las cartas fuertes de los banqueros es que su nivel de liquidez es de 194 por ciento, en contraste con el mínimo regulatorio de 100 por ciento.
El negocio de la banca es el negocio de la administración de riesgos. Todos los días vemos los riesgos de crédito, de mercado, de liquidez, jurídico, operacional y reputacional. Por ahora, los líderes del sector coinciden en que no disponen de cifras que les permitan conocer con exactitud el impacto económico de la pandemia, aunque mantienen un potencial para otorgar créditos por más de 620 mil millones de pesos, suficientes para financiar las actividades económicas que se requieran en México.
LA TECNOLOGÍA COMO ALIADA DE LA BANCA
Los bancos mexicanos, tanto los tradicionales como los nativos digitales crecen a paso firme y han permitido que cada vez más personas accedan a servicios y productos financieros. En México prácticamente todos los bancos cuentan ya con herramientas de banca digital muy funcionales.
La mayor fortaleza de la banca digital en esta crisis es que permiten realizar la mayoría de las transacciones que comúnmente se hacen en una sucursal tradicional, situación que garantiza la continuidad de su operación en caso de que se declare una cuarentena.
La mayoría de los clientes no tendrán ninguna afectación, ya que al contar con una banca 100 por ciento digital, las operaciones se realizan a través de las plataformas tecnológicas, las cuales mantendrán su servicio sin inconvenientes.
En este tipo de emergencias mundiales, la tecnología juega un papel relevante como aliado de los usuarios, ya que los trámites que antes requerían que se acudiera a una sucursal, hoy están al alcance de un clic.
Las instituciones financieras más ágiles son las que prevalecerán en un mercado de alta competitividad, con una rápida y mejor respuesta ante los cambios de entorno abruptos como lo que estamos viviendo con el COVID-19.
La tecnología es cada vez más eficiente y económica, lo que permite la digitalización de los procesos llevando las ofertas a los clientes y siendo más asequibles para las financieras de cualquier tamaño.
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